Como todos los años Laura y Bea han organizado la ofrenda del Pilar con medidas de distancia interpersonal entre cada residente y desinfectando las manos a los abuelos, antes y después de colocar cada clavel por los abuelos. Por este motivo tuvieron que ir con la Virgen del Pilar a distintos lugares de la residencia para que todos pudiesen poner su clavel ya que para guardar la distancia de dos metros fue imposible que todos estuviesen en la ofrenda a la vez.

Muy especial para ellos fue recibir a nuestro cura Federico que llevaba tantos meses sin venir y celebró una misa para ellos pero sin poder dar la comunión, sin poder acercarse a ellos para guardar esa distancia y sin quitarse la mascarilla en ningún momento. Para comer tuvieron ternasco asado con patatas y para merendar pastas de café buenísimas!!!

Estamos intentando que ellos vuelvan a tener actividades que les trasladen de nuevo a esa normalidad que todos añoramos y deseamos que vuelva pronto, todos echamos de menos a los familiares dentro de nuestro centro: en la sala de Día, en los jardines, en las habitaciones…por todos sitios…qué tiempos aquellos!!! ya volverán es cuestión de tiempo.

Todos seguimos bien, ánimo a todos y todas!!!

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