Pedro nos ha dejado inesperadamente al comienzo de una noche de domingo. Era su día y fue todo muy rápido, así que se nos fue sin sufrir apenas nada. Estaba siendo atendido por las auxiliares así que estuvo con nosotras en todo momento.

Por fín se ha reunido con su querida esposa Juana, siempre iban juntos, de la mano y ella se nos fue antes…pero ahora descansan juntos. Pedro era un hombre que tenía muchas rarezas pero supimos entenderlo y él nos considero su hogar durante el tiempo que estuvo con nosotras, siempre se quejaba pero sino no hubiese sido él y también sabía transmitirnos su cariño.

Le encantaba comer, las meriendas, las fiestas…uno de sus últimos desayunos recuerdo perfectamente que entré en su habitación para tomarle la saturación, ya que no estaba bien en esos días, y se estaba comiendo una galleta aunque saturaba bajísimo. Le regañé a la vez que me reí por la situación y le dije: » Pedro eres tremendo, no te das cuenta que te vas a ahogar con la galleta. No podías esperar a comértela!!!». Me dijo: » Que quieres que haga? no voy a dejar la galleta si es mía». Y me entró la risa…pues en definitiva tenía toda la razón.

Pedro siempre te veré en tu sitio del comedor, cerca de un enchufe por su concentrador de oxígeno, ahora ya eres libre del todo, sin tu oxigeno ni tu concentrador. Descansa en paz!!!

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