La pérdida de Palmira ha sido un golpe duro para todo el equipo de la Residencia Campo Romanos ya que ha sido la viva imagen del resultado de la implantación del modelo de Atención Centrada en la Persona, la ACP. Ella nos ha enseñado a todas la importancia de nuestro trabajo cuando dejas que la persona siga participando en su proyecto de vida y la des autonomía, flexibilidad y dejas participar a la familia, siempre respetando la dignidad de la persona y su individualidad.
El primer día que llegó Palmira fue duro para todos, residencia y familiares, ya que venía sin ganas de nada…y cada día que pasaba iba recuperando la alegría y el brillo en sus ojos, nunca olvidaremos ese hilillo de voz que le salía expresando lo que quería en ese momento que te hablaba, sus ganas de volver a andar con su andador, sus ganas de participar en los talleres…Qué gran mujer Palmira!!!
Un fuerte abrazo a toda la familia en estos días de dolor y agradeceros de todo corazón que nos permitierais conocer y poder cuidar a Palmira, nos ha sabido a muy poco pues no esperábamos que se fuese tan pronto teniendo tantas ganas de vivir de nuevo…pero ha sido muy intenso y una inyección de moral para todo el equipo. Descansa en paz Palmira!!!
Residencia Campo Romanos siempre ha intentando trabajar con los valores de este modelo asistencial que es la ACP y que actualmente está tan de moda en las noticias. Coincide que hace poco la Asociación para la Dependencia de Aragón (ARADE), de la que formamos parte celebró un Acto de reconocimiento para varios centros, y en el cual recibimos dos diplomas: uno por la implantación del modelo de ACP y otro por buenas prácticas. Nos lo entregó la Consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Dª Victoria Broto y el Jefe de Servicio de Centros del IASS, Dº Diego Longás. Pongo estas fotos hoy porque los aplausos son para nuestros residentes, ya que son los verdaderos protagonistas de la ACP y en especial a Palmira, como modelo referente ya que pudimos ver los resultados y su felicidad….y ésto nos ayuda a mí y a mi equipo a dar sentido a nuestro trabajo y poder amortiguar cada pérdida inevitable de cada persona que ingresa en nuestro centro. Los aplausos son para todos y cada uno de los que formaron parte de nuestra familia y que nunca olvidaremos.
