Despido a Concha antes de empezar las Navidades porque estoy enfadada ya que se ha ido demasiado pronto y no es justo para nada. Tengo esa sensación de frustración, de no haber cumplido mi cometido con ella…le prometí que esta primavera la llevaría conmigo al vivero a comprar las flores para el jardín.

Concha amaba las flores, se le iluminaba la cara en los jardines cortando las rosas, sólo quería disfrutar un tiempo de esto. Vino sin andar y  conseguimos que pudiese andar por los jardines y era feliz…Dios mío sólo te pedíamos unos meses para que esta señora tan buena persona disfrutase de algo tan fácil de conseguir, sólo tenías que dejarnos trabajar en ello. Tienes que entender que para poder seguir en este trabajo necesitamos conseguir la felicidad de nuestros residentes pues luego se van… y para nosotras es duro. Así que la próxima vez nos das más tiempo y ahora rodéala de flores, de muchas flores y que tenga miles de olores de ellas… Dios mío, perdóname por mi atrevimiento pero entiéndeme….Federico reza por mí.

Un abrazo a su nieta por haber decidido que su abuela estuviese en Residencia Campo Romanos y aunque siento que la he fallado pude conseguir que fuese feliz en algún momento de su vida. Concha te mando una rosa desde nuestros jardines y te puedo asegurar que, siempre que mire nuestros rosales, te veré a ti. Y por este motivo las fotos que voy a poner de ti son  las que estás cortando las rosas pasadas para sanearlos. Feliz Navidad Concha, descansa en paz campeona, que te lo has ganado a pulso!! Estas fotos tan preciosas las hizo Elena, la terapeuta ocupacional, las hizo sin saber que eran su despedida de los jardines ya que días como éste no se pudieron volver a repetir.

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